Cómo entender el armario de un hombre

La relación de un hombre con la ropa nada tiene que ver en su gran mayoría la que tenemos las mujeres con nuestras prendas y complementos.
Hoy nos zambullimos en el armario de un hombre e intentamos comprender aquello que nosotras mismas no entendemos. Hoy vamos a ver la moda desde los ojos de un hombre, el ya conocido como sexo débil de la moda.

En primer lugar y como prenda estrella y premio a la más favorecedora pero la más " odiada " por él se encuentra el traje.


Probablemente un sentimiento parecido al de usar tacones de aguja de catorce centímetros, pero para ir a trabajar. La corbata aprieta, la americana reduce la movilidad y no abriga lo suficiente pero da demasiado calor, la camisa se arruga…Para ellos, un horror, aunque los hay que se acostumbran y llegan a ver el traje como el uniforme de cada día ( para aquellos que deban llevarlo a diario )

En el segundo puesto están los colores. Este ránking es el más polémico y discutido entre ambos sexos.
Según un estudio, la capacidad de los hombres para distinguir los colores es mucho menor que la de las mujeres (aparte de tener mucha menos inventiva que ellas a la hora de ponerles nombre) por lo que es probable que la razón por la que él no necesita tener un jersey celeste, uno turquesa y uno azul pastel sea porque tiene uno azul, a secas, que vale por los tres.


A menos que se dedique profesionalmente a algo relacionado con la gama de colores, es muy improbable que distinga o nombre un marrón, azul, naranja, rosa, rojo, verde... según sus tonalidades. Nosotras distinguimos un marrón tabaco, de un marrón tierra, un pardo oliva, un chocolate o un marrón piedra, este último al llevar una mezcla de gris pasaría como gris para cualquier hombre.
Para muchos hombres el naranja es naranja y el azul es azul y punto.

Pero además, ya no sólo se trata de distinguirlos y clasificarlos, si distinguir unos colores de otros es ya una tarea difícil ¿cómo es posible conseguir saber cuál va con cuál y por qué de repente el azul marino y el negro (que según han dicho las madres toda la vida “se mataban”) son lo más? 


He aquí el tercer dilema del armario de un hombre, cómo combinar los colores entre sí.
Para un chico, la facilidad de poder construir su armario con blanco, marrón, negro, azul marino y rojo es incomparable.

Las camisetas.
Son cómodas, te las puedes poner con todo, incluso con traje ( y unas converse ) y encima hacen algunas en las que aparecen los personajes favoritos de su infancia.


No son el súmmum de la elegancia, vale, tampoco lo era dejarse las raíces sin teñir hasta que alguien lo dijo. 

Y si no puedo llevar camiseta... me pongo una camisa...
Es una cosa tan simple como que si alguien lleva corona es rey o que si lleva barba y pinta de homeless es, o bien hipster o, en efecto, un homeless. 
Da igual con qué se combine, en cuestión de estilismos masculinos, aunque vaya acompañado de chanclas, la camisa ya lo hace un look de cóctel aunque a nosotras nos parezca lo peor de lo peor, la justificación de que " es una camisa " ya vale para todo.


El calzado de una mujer atrae mucho a un hombre, del mismo modo que puede llegar a confundirle. Un zapato de tacón siempre atrae más que unas bailarinas, a la vista estiliza y son más elegantes y atractivos que cualquier tipo de calzado con el que se le pueda comparar. Para nosotras un suplicio muchas de las veces, un suplicio que genera respuestas y enigmas masculinos que hacen que no entiendan a las mujeres. Ellos no lo harían. Si bien ellos no utilizan tacones, aunque hubiera un calzado que " quedase mejor " con su atuendo optarían por el más cómodo aunque no fuera el más apropiado. 


Las zapatillas deportivas, al igual que lo son unos Manolos (o unos Manolos de imitación) son moda y están de moda. Pero, además de ser moda, son una manera de aferrarse a esa juventud que se escapa poco a poco. Llevar zapatillas es una cuestión de salud mental y equilibrio cósmico, por eso con los años el traje ha conseguido ir acompañado de unas Converse o New Balance sin que nadie lo vea disparatado, a cabezones no les gana nadie.

El vaquero y la camiseta, amigos inseparables.
Acudir a un evento, sea cual sea, en el que el look informal esté permitido significa poder ir en vaqueros y si se tiene que arreglar un poco más, le añadirá una camisa.
El abanico de prendas para chico es mucho menor que el de una mujer y, por ello, una maleta del tamaño de un tráiler de mudanzas para un fin de semana en la sierra a él se le antoja extraño. Con cuatro prendas se puede ir tanto a un concierto de Extremoduro como a una recepción en casa del embajador francés. Todo está en la actitud.

Las comparaciones son odiosas y quererse parecer a alguien también.


No se siente identificado con los novios/maridos de las celebrities más populares (ni sabe quiénes son). Una comparación con Joannes Huebl ( marido de Olivia Palermo ) es probable que le suene a chino a la gran mayoría de los chicos, e intentar que lo imite en lo más mínimo es misión imposible. 

La calidad de las prendas es más importante que la cantidad de las mismas en un armario.
Para muchas mujeres esta regla también es la primera a la hora de llenar un armario, pero ellos nunca entienden que " no tengas nada que ponerte ".
Si su ropa no es la que más se lleva esta temporada, no siempre es por dejadez o porque no siga las modas, sino porque la ropa de chico es, por norma general, infinitamente más cara que la de chica. Y claro, aunque a él también le gustaría cambiar el armario cada temporada, a veces hay cosas ligeramente más importantes en su plan de gastos, como comer.

El cinturón.
Sirve para sujetar el pantalón. Si no se me caen los pantalones... ¿ para qué tengo que llevar uno bonito y que se vea ?

Complementos, no son para combinar, en realidad son recuerdos. Olvídate del componente meramente estético de collares o pulseras, para una mayoría de los hombres los complementos son un baúl de los recuerdos: el collar que se compró en Ibiza, la cartera que le regaló su madre por Navidades… Buscar una coincidencia con las tendencias del momento será como buscar un contrato indefinido en nuestro país.

El chándal. 


Esa prenda que casi todas odiamos y sólo está aceptada cuando se hace deporte.
Una gran parte de la población masculina lleva años defendiéndolo y ahora los diseñadores se rinden ante pantalones de chándal y sudaderas. Es cómodo y te hace parecer una persona sana. No puede haber nada malo en ello.

La pana es un tejido perfectamente aceptable. Si la chaqueta/americana es de pana y los pantalones también, el color combina o eso parece y estoy bien con ello, por qué no puedo llevarlo todo junto ?


A nosotras la pana no nos disgusta, la llevamos en chaquetones, cazadoras, algunos detalles en complementos... pero no nos forramos de pana .

La ropa interior.
Para la mayoría de los hombres la ropa interior no es ningún dilema o al menos no lo es como lo puede ser para una mujer. Nosotras podemos tener ropa interior con motivos florales, de dibujos ( como snoopy, hello kitty ... ) pero esas son las prendas que " reservamos " para hacer deporte, ir más cómoda por motivos determinados...Si no existe un equivalente a Oysho para hombre o un Men’Secret es por algo. 


Él simplemente no le da la misma importancia a la ropa interior, no pretende que sea sexy, tampoco tiene por que ir conjuntada con el resto de prendas y el dibujo nada tiene que ver sea cual sea ( véase calzoncillos de dibujos animados, etc ), a caso los voy a ir enseñando ? Eso sí, para " las ocasiones " siempre tienen alguno reservado, de esos que aprietan un poco más de lo normal y que por norma general son lisos, en colores neutros y de una marca determinada. 

Fuente ppal: smoda
Imágenes: Google  

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