El nuevo deporte-arte del Wardrobing, comprar ropa, ponérsela y devolverla

Escandalizada, horrorizada, decepcionada, un montón de calificativos podría ponerle a mi estado de ánimo cuando leí ayer el artículo sobre el wardrobing en SModa. Para ser sincera no es que no conociera este fenómeno que al parecer invade a muchas de las bloggeras, de hecho ya se " pilló " a alguna haciendo esto y corrió bastante la voz por las redes entre las blogger de que algunas fashionistas no eran tanto como relucían.

El caso es que para variar, acabaremos pagando justos por pecadores, el mundo de las fashion bloggers se está volviendo cada vez más loco y competitivo, de hecho cada vez hay más ! ...como si vivir como una Carrie Bradshaw fuera una carrera a contracorriente y conseguirlo fuera el máximo vital de una persona, muchas de ellas hacen lo que sea para que las marcas se fijen en sus outfits y las impulsen sin valor ninguno a la " fama " y convertirse en la que entonces fue un mito al que todas nos hubiera gustado no sólo soñar a ser y que algunas han conseguido por méritos propios y otras por otras circunstancias de las que no voy a mencionar por que no es el tema en cuestión.


A todo esto, al parecer, el wardrobing ya no se restringe únicamente a los clientes que devuelven vestidos de fiesta una vez finalizado el evento en cuestión, algo que hace no mucho estaba " de moda ", sobretodo cuando no tenías ni un duro y aparentar era más importante. Ahora cualquier prenda es susceptible de “no ser del gusto del consumidor” tras varios días de uso.
En 2010, el diario Wall Street Journal hablaba de una relajación en la política de devoluciones en los principales espacios comerciales. Una medida para esquivar la crisis encaminada a lograr que los clientes potenciales se sintieran más confiados al saber que su dinero les podía ser reembolsado en cualquier momento. Sin embargo, vistos los resultados, dicha estrategia se ha vuelto en contra de los comerciantes y muchos están dispuestos a reducir pérdidas restándole libertad al comprador.
Muchas de nosotras nos hemos encontrado con que una o varias veces has comprado alguna prenda que después resultó no gustarte con el resto de tu armario, no te iba bien o símplemente querías cambiarla por otra cosa que te convenciera más, algunas de las tiendas devolvían el dinero y otras se ceñían ( y lo siguen haciendo ) a darte un vale por valor de la devolución para gastar en la propia tienda, algo que a muchas no les gusta nada y a otras nos parece muy correcto, sobretodo viendo cómo actúan muchas personas y la manera que tienen de aprovecharse del comercio.
Si bien es cierto que la sociedad es una gran culpable de todo esto ya que el consumismo se ha vuelto en cosa de unos años una auténtica forma de vida, para las que viven o quieren vivir de ello es algo completamente imprescindible y de no ser así sus vidas acabarían arruinadas sin saber qué más hacer, lo que no puede ser es que lleguemos a extremos en los que hasta los que incitan al consumismo tengan que protegerse de pérdidas extraordinarias, algo que quizás las que practican el wardrobing no han pensado ya que esta práctica también afecta a los que trabajan en las tiendas de las grandes firmas. Otra culpa la tienen las fashion bloggers famosillas, aquellas que se olvidan de que empezaron enseñando outfits de Zara y hoy en día gracias a sus seguidoras llevan bolsos de más valor de lo que hubiera costado un look completo de Zara del que llevaban entonces, ésto también provoca que las demás quieran llegar al punto donde ellas han llegado sin pensar en que el ejemplo que dan de vida extraordinaria en el mundo de yupi con todo pagado no es apta para todos los públicos ni bolsillos y sin tener en cuenta la responsabilidad que esto implica siguen subiendo el listón como si fuera una competición en toda regla.
Nota: Algunas personas dirán que no es más que envidia, pero créanme señores y señoras, todos sabemos que mirar y opinar está muy bien, fardar y alardear no y mucho menos cuando sabes que realmente no beneficias si no todo lo contrario, vivir de algo está muy bien, has tenido suerte, pero despertad seguidoras y lectoras! Trabajar para Vogue no es moco de pavo, ser modelo es muy duro y mucho más si tú misma has tenido que currártelo, la vida de Carrie Bradshaw no existe sin mucho dinero, amigos afortunados y con fortuna, contactos y conocidos y buenos patrocinadores que te lo regalen todo, un mundo dónde la belleza y la poca inteligencia y gracia están a la orden del día para " triunfar " en algo en lo que no vale para nada si no simplemente para vivir del cuento en un mundo en el que el cuento es lo que cuesta comprar y contarle a tus hijos antes de irse a dormir y tienen el valor de nombrar a personas " embajadoras " de algo en lo que ni ellas mismas creen. Dónde está la ética, la moral y la solidaridad en este planeta? Viva la ingenuidad, el egoísmo y el egocentrismo! ... No me mires así, lo digo muy en serio.

Algunas de las tiendas que ya han tomado medidas al respecto es Bloomingdale’s que acaba de colocar unas pegatinas negras en las prendas de más de 150 dólares. Si el cliente las quita, no podrá devolverlas. Otros prefieren crear un historial de devoluciones, que incluye cuántas prendas ha devuelto la misma persona en los últimos meses, por qué y en qué establecimiento de la cadena. Según la web Business of Fashion, Victoria’s Secret es una de las firmas que ya ha puesto en marcha este sistema. Incluso la cadena de ropa deportiva REI Inc (Return Everything), famosa por aceptar devoluciones en cualquier momento y bajo cualquier excusa, ha decidido restringir dicha política harta de ver cómo su clientela acude a que le devuelvan el dinero porque un impermeable comprado hace un año “no es lo suficientemente resistente al agua” o unos zapatos con la suela gastada “no se ajustan bien al pie”

“No se hará ningún reembolso si el producto ha sido usado más allá de la mera apertura del mismo o si ha sufrido algún daño, por lo que deberá ser cuidadoso con los productos mientras estén en su posesión”, reza una de las claúsulas que pueden leerse en la web de Zara. En Asos, te devuelven el dinero del producto en 14 días, y los gastos de envío corren a cuenta del cliente si el producto no es defectuoso o no se ha cancelado el pedido en un plazo de una semana. En principio, existen obstáculos para practicar el wardrobing pero los comerciantes suelen aceptar reembolsos y cambios dudosos por miedo a reclamaciones o a perder clientela: el 65% de las británicas confiesa haber devuelto prendas que compraron online después de estrenarlas, según un estudio realizado por la web FemaleFirst, por lo que teoría y práctica no concuerdan tanto como parece.

En fin amigas, la cuestión es que ésto está fatal y que llegar a puntos como éste para lidiar con la crisis no me parece la mejor opción, recuerda que muchas veces no es mejor tener mucho si no poco y de calidad. Está claro que a todas les gustaría tener un hermoso y amplio armario lleno de ropa que no te pondrás nada más que una sola vez y a ser posible carísima, pero pensemos, bajemos a la tierra y querámonos más a nosotras mismas!


Es mi más humilde opinión y sin pretensión de ofender a nadie.

Si queréis leer el artículo completo podéis clicar aquí .


Fuentes: Smoda

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